La escalada en hielo se practica tanto por hielo o nieve dura y requiere un equipamiento especial, además del de seguridad. La dificultad depende de la inclinación de la pared y el estado de la nieve, por lo que siempre hay que comenzar junto a alguien que sea un experto en las diferentes técnicas que se pueden utilizar al escalar. Para iniciarse en este deporte lo mejor es tener unos conocimientos previos de escalada y alpinismo, así entenderemos antes este deporte y, por supuesto, los riesgos que conlleva.
Además de conocer las técnicas básicas de escalada, es muy importante tener un conocimiento sobre las condiciones meteorológicas, así como saber la estabilidad de la pared por la que vamos a escalar, tanto si es hielo alpino, cascadas, campos de hielo o couloirs.
Hay que tener en cuenta que para la escalada en hielo necesitamos prendas que nos aíslen del frio, que sean impermeables pero que también nos den la suficiente movilidad para escalar sin problemas. Los dos elementos necesarios para escalar por nieve dura son los crampones, que ajustaremos a nuestras botas, y piolets, necesarios para poder agarrarnos al hielo con las manos. También es importante protegernos con polainas para tapar las botas y los pantalones y, ya que suelen desprenderse trozos de hielo, es importante llevar casco y guantes.
Para la escalada en hielo se pueden utilizan dos técnicas diferentes de aseguramiento: la normal y en ensamble, esta última para los tramos con menos dificultad.
Además, es imprescindible conocer la técnica de autodetención, que es la maniobra que se realiza con el piolet para detenerse cuando se cae por la pendiente. Por ello, es muy recomendable ensayarlo de vez en cuando por una pendiente suave y sin obstáculos.
La escalada en hielo es cuestión de equilibro, ya que vamos cambiando el peso del cuerpo de un pie a otro, moviéndolos cuando el piolet está bien anclado. Por ello, es imprescindible este material de mano ya que, además de clavarlo en el hielo, también nos puede ayudar a tallar presas de mano y escalones para poder progresar.
En cuanto a técnicas con crampones, existen dos: la técnica francesa y la técnica alemana. Las dos se complementan y dependiendo de cada momento lo mejor es alternarlas, ya que de esta forma mitigaremos la sobrecarga de algunos músculos.
En la técnica francesa los pies siempre están paralelos a la pendiente, algo separados y las puntas de debajo del pie de los crampones se empotran firmemente contra el hielo mientras que el piolet hace de bastón. En los descensos, se mira hacia abajo y se flexionan las rodillas, utilizando de nuevo el piolet como bastón.
La técnica alemana, por su parte, necesita una menor destreza, ya que simplemente clavan las puntas delanteras de los crampones en el hielo mientras nos sostenemos con los dos piolets. Para poder sostenernos sobre la parte delantera de nuestro pie es necesario ir equipados con botas duras, así no tendremos a ‘ponernos de puntillas’ y no se sobrecargarán tanto los gemelos durante las rutas alpinas.
Como decíamos antes, además de llevar un buen equipamiento contra el frío, la humedad y posibles desprendimientos, es muy recomendable conocer de antemano la previsión meteorológica y no arriesgarse si se espera que el tiempo no sea del todo favorable. Además, en días de sol hay que aplicarse cremas protectoras en la cara y usar gafas de sol.
Y para más motivación, ¡aquí tienes un vídeo de un ascenso a un iceberg!
Fuente: InterMundial Seguros Deportivos