Si siempre has querido hacer helado en casa pero no tienes el electrodoméstico apropiado, no te preocupes, aún tienes esperanza. Es hora de agitar, enrollar, mezclar y rayar con estas cinco rudimentarias formas de hacer helado pero con unos resultados deliciosos. ¡No te lo pierdas!
Método uno: Haciendo rodar latas
Para ello, necesitamos dos latas con tapa, una pequeña y otra más grande. Cogemos la lata pequeña y la rellenamos con un vaso de leche, un vaso de azúcar y unas gotas de esencia de vainilla. Tapamos bien la lata y la sellamos con cinta adhesiva.
A continuación, introducimos la lata con la mezcla en la grande y la rellenamos con todo el hielo que podamos y un poco de sal. Cerramos y sellamos la tapa. Ahora, comienza la diversión: durante 30 minutos no paramos de hacer rodar la lata, cambiando los hielos por unos nuevos cuando creamos que se han deshecho. Tras este tiempo, al abrir la lata, obtendremos el helado.
Método dos: Agita bolsas de plástico
Para este método necesitamos 3 bolsas de plástico con cierre, una más grande para el hielo. En una bolsa, mezclamos media taza de leche entera, una cucharada de azúcar y una gotita de extracto de vainilla. La cerramos y la introducimos en otra bolsa, para que no se salga la mezcla. Al meterla tenemos que asegurarnos que no quede aire dentro de las bolsas.
Metemos la mezcla en la bolsa grande que previamente hemos rellenado con hielo y medio vaso de sal, y la cerramos herméticamente. Agitamos la bolsa durante, al menos, diez minutos, hasta que la mezcla tenga una textura cremosa.
Método tres: Un baño de hielo
Para este método necesitamos un bol grande lleno de hielo y un poco de sal, para descender aún más la temperatura y otro bol más pequeño donde pondremos nuestra mezcla.
Los ingredientes que podemos usar para hacer helado depende de nuestro gusto, siempre y cuando contenga leche y azúcar. Pero podemos añadir frutos secos, sabores y frutas. Si es tu primera vez, intenta hacerlo lo más básico posible.
Ponemos el bol pequeño dentro del grande y batimos la mezcla con una batidora eléctrica durante 10 minutos, ¡cuidado que puede salpicar!, después, tapamos con un paño que cubra los dos recipientes y lo dejamos tal cual está, el bol metido en el hielo, durante 45 minutos dentro del frigorífico.
Transcurrido ese tiempo, lo sacamos, volvemos a batirlo durante cinco minutos, tapamos con papel transparente la mezcla y la dejamos reposar en el congelador durante dos horas.
Método cuatro: Usa una licuadora
Para este método, solo necesitamos una licuadora y un envase de plástico tipo tupperware.
Ponemos dos vasos de nata, dos vasos de leche y medio vaso de azúcar en la licuadora. También podemos añadir fruta y extracto de vainilla.
Batimos durante dos minutos para el azúcar se disuelva y vertemos la mezcla en el envase. Tapamos y lo dejamos durante todo una noche en el congelador.
Al sacarlo, puede que el helado esté demasiado duro. En ese caso lo dejaremos a temperatura ambiente durante unos minutos.
Método cinco: Usa un cubo-congelador
Este método es el más rápido pero necesitas un cubo de metal congelado.
Mezclamos los ingredientes en un recipiente y los vertemos sobre el cubo. Podremos observar que la mezcla comienza a pegar a los laterales del cubo, por lo que, con una espátula de madera los retiramos mientras batimos la mezcla. En cinco minutos tendremos la consistencia perfecta de un helado.
Fuente: Epicurious
¡Muy interesante! Este verano me adentraré a preparar recetas caseras, hacer helados con tus niños/as es lo mejor que hay y más con ingredientes naturales que son más beneficiosos para tus críos, además de lo divertido que es.
¡Gran post!