Estas galletas son llamadas ‘gingerbread’, en español ‘pan de jengibre’ aunque también las podemos encontrar como ‘hombre de jengibre’. Como su nombre indica, es una galleta hecha de jengibre con forma humana y, a pesar de que las solemos ver en Navidad, su origen no tiene nada que ver, ya que fue Isabel I de Inglaterra, en el siglo XVI, quien ya regalaba estas galletas a sus visitas y con el tiempo se popularizaron. Mas tarde, cuando Inglaterra expandió su imperio también se llevó consigo sus tradiciones culinarias y así, los colonos en América continuaron horneando estas galletas de jengibre.
Pero esto no es todo, ya que esta galletita también es la protagonista de uno de los cuentos navideños más populares de Estados Unidos, una galleta que cobra vida al hornearla.
Qué rico, ¿no? Seguro que te han dado ganas de probarlas. ¿Te atreves a hacerlas al horno? ¡Es muy divertido! Te dejamos una receta:
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 10 minutos
Ingredientes:
-Mantequilla líquida para engrasar
– 125 gramos de mantequilla
– Media taza de azúcar moreno
– Media taza miel
– Un huevo
– Dos tazas y media de harina
– Una cucharada de jengibre molido
– Una cucharada de levadura
– Una taza de azúcar glas
– Colorante alimentario
Instrucciones:
Precalienta el horno a 180º y engrasa la bandeja con mantequilla
En un bol, mezcla la mantequilla y el azúcar hasta que se quede una masa cremosa. Añade la miel y la yema de huevo hasta que se mezcle del todo. Después, mezcla también la harina, el jengibre y la levadura.
En una superficie harinada, amasa la mezcla hasta que se quede suave. Afínala y colócala en el frigorífico durante 30 minutos tapada con plástico.
Para hacer el glaseado de la decoración coloca la clara del huevo en otro bol y, con una batidora, llévala hasta el punto de nieve. Añade poco a poco el azúcar glas hasta que se formen picos duros.
Divide el glaseado en boles según el número de colores que vayas a usar para decorar tus galletas. Añade a cada uno colorante alimentario hasta que llegue al color deseado y reserva en el frigorífico.
Entre dos láminas de papel de horno coloca la mezcla para las galletas y amásala hasta que se quede con un grosor de 5 mm. Con un molde para hacer galletas córtalas haciendo figuras y colócalas con una distancia de 3 cm entre cada una.
Hornea durante 10 minutos o hasta que se queden doradas. Después, dejar enfriar.
Coloca el glaseado de colores en pequeñas bolsas de plástico y corta una esquina de cada bolsa para usarlas como manga pastelera y decorar cada galleta.
Y… ¡listo!
Fuente: InterMundial, tu seguro de viaje
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