Ayer se reanudó el tráfico aéreo en la Costa Este norteamericana, paralizado durante el fin de semana por la amenaza de Irene. A causa del huracán, los aeropuertos de Boston y Filadelfia cesaron operaciones y los tres grandes aeropuertos de Nueva York (John Fitzgerald Kennedy, Neward y La Guardia) cerraron desde el domingo hasta ayer a las 12 hora local (18 horas en España). Como consecuencia todas las aerolíneas que operaban en el litoral atlántico estadounidense cancelaron sus vuelos y miles de pasajeros quedaron varados en el destino a la espera de una solución.
La norteamericana American Airlines anuló 1560 vuelos, Delta, 1100 y Jet Blue 1252. Las españolas Iberia y Air Europa cancelaron doce vuelos en total: Iberia abortó nueve vuelos a Nueva York y otro a Boston y dejó en tierra a 1500 pasajeros, aunque desde que se ayer se reabrieron los aeropuertos neoyorkinos y se normalizó el tráfico con Boston, reactivó tres vuelos a Nueva York y otro a Boston. Air Europa, que durante el fin de semana había cancelado dos vuelos a New York, dejando en tierra a 500 personas, reanudó ayer su vuelo diario a Nueva York.
Además, tanto Iberia como Air Europa han fletado esta mañana vuelos especiales para repatriar a los pasajeros que no pudieron regresar desde Nueva York los días anteriores. Un vuelo de Iberia con 254 plazas ha salido de allí a las ocho hora local, en él subieron los pasajeros que estaban en lista de espera y los que tenían plaza confirmada para los días posteriores y querían adelantar su vuelo; el resto han sido recolocados en vuelos que saldrán durante la semana. Air Europa fletó esta mañana a las 12 hora local un avión que ha acogido a 75 pasajeros, y ha ofrecido las 225 plazas sobrantes a otras compañías para que acoplaran allí a sus viajeros.
El resto de las principales compañías aéreas españolas no tienen como destino la zona afectada por el huracán Irene. Spanair comparte un vuelo con Continental Airlines, socio americano de Star Alliance, y Vueling sirve conexiones regionales en España de vuelos procedentes de EEUU.
En una era marcada por los viajes, desplazamientos y trasvases de pasajeros de unas partes a otras del planeta, conviene que los viajeros estemos informados de nuestros derechos, por si la casualidad un fenómeno naturale adverso provocara el retraso o cancelación de nuestro vuelo.
En el caso que nos ocupa, el huracán Irene, nuestra situación variará según hayamos contratado el vuelo como un servicio suelto o integrado en un viaje combinado, si la compañía aérea con la que viajamos es comunitaria o norteamericana, si nos encontramos en EEUU o en España.
Si hemos contratado nuestro vuelo como un servicio suelto
Si aerolínea es comunitaria
Retraso
Si nos encontrásemos en EEUU a la espera de un vuelo de regreso a España, o en un vuelo de conexión, y nuestra compañía aérea perteneciese a la Unión Europea, tendríamos derecho a recibir información, alojamiento y manutención por parte de la aerolínea, además de dos llamadas telefónicas, télex o mensajes de fax o correos electrónicos. En caso de que la aerolínea no hubiera cumplido con su deber de informarnos, y hubiéramos pagado de nuestro bolsillo los gastos en llamadas, manutención y alojamiento, podríamos presentar una reclamación a la aerolínea entregando las facturas originales de los alimentos y bebidas adquiridos, así como del hotel donde nos hemos alojado. Si no contestaran o nos negaran el derecho, podríamos presentar una denuncia ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea y/o ante las autoridades de consumo de nuestra Comunidad Autónoma.
Cancelación
Si nuestro vuelo se hubiese cancelado, la aerolínea tendría la obligación de ofrecernos un transporte alternativo en condiciones comparables a las contratadas o el reembolso del billete al precio al que se compró, así como de prestarnos asistencia si lo necesitáramos. En caso de que la compañía nos negara nuestro derecho, podríamos recurrir a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) del Ministerio de Fomento para presentar una denuncia.
No obstante, en el caso del Huracán Irene, no tendríamos derecho a pedir las indemnizaciones que contempla la normativa comunitaria por tratarse de un caso “de fuerza mayor”.
Además:
-Con independencia de con quién hayamos contratado el servicio, debemos dirigir nuestra reclamación a la compañía aérea.
– Para efectuar una reclamación es imprescindible presentar todas las facturas de alimentos y bebidas que hayamos comprado y de los hoteles donde hayamos pernoctado.
Si nuestra aerolínea es norteamericana
Cancelación
La compañía aérea tendría la obligación de reubicarnos en el primer vuelo disponible a nuestro destino sin ningún coste adicional. Si la recolocación nos provocara un gran retraso, podremos solicitar que colocaran nuestro billete en otro vuelo más conveniente.
Retrasos
En caso de retraso, las aerolíneas norteamericanas no tienen obligación por ley de asistirnos mediante información, alojamiento y manutención como sucede en España. En EEUU no existe una ley federal a la que se tengan que ceñir las aerolíneas, sino que cada una desarrolla su propia política. Lo que debemos hacer es preguntar al personal de la compañía aérea si nos van a sufragar los gastos del alojamiento, las comidas o las llamadas. Algunas compañías aéreas, sobre todo las de bajo coste, no lo hacen. Otras sí, en especial cuando el retraso se debe al mal tiempo o algún suceso que queda fuera de control de la compañía, como es el caso del huracán Irene. Esta regla se aplica incluso si viajamos con una compañía aérea norteamericana que hubiera establecido una alianza con una aerolínea comunitaria.
Si nuestro vuelo se integra en un viaje combinado
En ese caso, debemos ponernos en contaron con la agencia con la que hemos contratado el viaje, ésta nos informará convenientemente.
Si se trata de un circuito con paquete cerrado, la agencia lo reclamará a la mayorista; si es se trata de vuelo y hotel, ella nos indicará a quien reclamarlo: si es el vuelo, a la aerolínea, y si es el alojamiento, a la central de reservas, proveedor etc.