Cuando el oficio se convierte en tradición, la tradición acaba convirtiéndose en historia. Esto es lo que ha pasado en la Ribera del Duero donde, a través de los años, la viticultura se ha transformado en una parte indisoluble de su tierra y su gente, de sus pueblos y sus calles, de su vida. Por eso, en la propuesta de ocio de esta semana, os animamos a que disfrutéis de un viaje a esta tierra de viñas y bodegas donde el olfato y el gusto serán vuestros mejores compañeros.
Hay infinitos lugares que visitar y conocer a lo largo de la Ribera del Duero, pero hoy nos vamos a centrar en su capital de comarca, Aranda de Duero. Desde la Edad Media, el subsuelo de la ciudad está horadado por una red de galerías dedicadas a la elaboración y almacenamiento de grandes cosechas de vino. Bodegas que en la actualidad constituyen una pieza imprescindible de la vida cotidiana de los arandinos y sus relaciones sociales. Aquí encontramos dos lugares de excepción para conocer la historia del vino: el CIAVIN, Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino, y la Bodega de las Ánimas.
Durante los siglos XII y XIII, Aranda de Duero se convirtió en uno de los principales productores de vino del norte de España, un liderazgo que se reforzó a lo largo de la Edad Media. Desde el año 2003 podemos conocer esta historia vinícola al detalle, gracias al CIAVIN. Se trata de un centro de interpretación de la arquitectura asociada al vino que incluye también un espacio museográfico –la Bodega de las Ánimas- y una Centro de Conocimiento del Vino.
El edificio del CIAVIN está situado en un subterráneo de la Plaza Mayor, y cuenta con uno de los últimos paños de la muralla del siglo XIV. El centro nos permite conocer la arquitectura tradicional relacionada con el vino: bodegas, lagares, zarceras, etc. Todo ello se explica a través de visitas guiadas, audiovisuales y maquetas, entre ellas, una de la villa arandina basada un plano de 1503, el que está considerado como el plano urbano más antiguo de España.
La Bodega de las Ánimas
La visita al CIAVIN se complementa recorriendo otro lugar de excepción, una de las bodegas medievales subterráneas de Aranda: la Bodega de las Ánimas. Mientras nos perdemos en su red de galerías, vamos conociendo las diferentes actividades y trabajos relacionados con la elaboración del vino de forma tradicional, a través de audiovisuales, esculturas humanas a tamaño real, maquetas y elementos etnográficos del mundo del vino.
La visita se pude complementar con una degustación de vino de la Ribera del Duero en el Centro de Conocimiento del Vino. ¿Se os ocurre un final mejor?
Datos de Contacto:
Plaza Mayor, 13
09400 Aranda de Duero (Burgos)
Tel. +(34) 947 510 476
oficinadeturismo@arandadeduero.es
Para más detalles: www.museosdelvino.es
Fuente | InterMundial Seguros de Viaje