Juan Antonio Martínez es ingeniero en el sector de la automoción, pero una de sus mayores pasiones, junto con el dibujo, es viajar. Por ello, en 2005 creó el blog Somos Viajeros, donde él y María Vicién comparten sus vivencias e inquietudes y aconsejan a otros viajeros. Con el nacimiento de sus hijos Pau y David, no renunciaron a su afición y continuaron viajando por todo el mundo con los pequeños. Actualmente ambos colaboran aportando su conocimiento y experiencia sobre los viajes en familia en oficinas de turismo, medios de comunicación y conferencias, y han participado como co-autores en el libro Viajar con Niños.
Juan Antonio y María, en Viajar con niños sois autores de los capítulos “Arranca la aventura” y “Medios de transporte”. ¿Cómo afecta a los niños el cambio de ritmo al viajar?
Creemos que el cambio de ritmo aunque parezca mentira afecta más a los padres que a los propios niños. Ellos son inquietos y por ejemplo en verano todos sabemos el problema que supone pasarse toda la mañana o tarde en casa. En estos casos, los padres hemos de echar mano de la imaginación para buscar entretenimientos ya que el catálogo de juguetes de casa no es una garantía siempre. Por eso, al viajar, para ellos levantarse no tan pronto y salir a visitar algo no es un gran problema, sino todo lo contrario. Además, cada día hay nuevos escenarios y por tanto aventuras que disfrutar. Evidentemente, según la edad puede cambiar esta sensación pero en general no vemos que el ritmo sea un gran problema para ellos.
En el libro hay una sección dedicada a “Entretenimientos y juegos”. ¿Son éstos importantes durante los viajes? ¿Deberían llevarse planificados?
Muchas veces es complicado tenerlo todo planificado y por eso creemos que el libro puede ser una buena ayuda. Sin embargo, lo más importante es activar el “modo niño” por muy adulto que seas. De esta forma, a falta de juegos preparados ver la vida como un niño hará que continuamente encuentres actividades que realizar. Un palo se convierte en una varita mágica o un vulgar camino en una senda mágica hacia ese tesoro escondido. Y no hay que preocuparse, si un día no tienes la imaginación al cien por cien siempre puedes recurrir a nuestro libro.
Habéis viajado por Europa, África, América y Asia, además de por toda España. ¿Qué medio de transporte preferís para viajar en familia?
Evidentemente desplazarte en coche da una libertad muy grande. Quizás este es el motivo por el que la experiencia de la auto-caravana fue perfecta. Otros medios, son obligados por las distancias a la que se encuentran nuestros destinos o simplemente porque no hay muchas alternativas. En definitiva, si hemos de elegir algún medio de transporte y viajamos con niños, nos decantamos por los que nos garantizan un grado mayor de libertad y los dos anteriormente citados (coche y autocaravana) son buenos ejemplos.
A veces los viajes por carretera pueden hacerse muy largos y pesados para los más pequeños. ¿Cuál es el entretenimiento perfecto para viajar en coche?
Cada niño es un mundo. Por ejemplo nosotros somos una familia muy “musical” y siempre que hay cierto cansancio sabemos que una canción conocida soluciona la situación. Por eso tenemos un top-anti-agobio en el reproductor capaz de hacer muy llevadero cualquier viaje. Por otra parte, los niños con capacidad recién adquirida para contar suelen ir contando cualquier detalle del paisaje como coches de un color determinado, árboles, etc.
Pero debido a que en el coche solo viaja la familia podemos hacer juegos en los que participen los padres también ya que no molestaremos a otros viajeros. Esa privacidad será perfecta para poder cantar, jugar al veo-veo, etc.
En el libro habláis de los viajes en caravana. ¿Cuáles diríais que son el mayor “pro” y el mayor “contra” de viajar en caravana?
El mayor “pro” es que en algunos destinos es sin duda la mejor opción. Por ejemplo, países como Escocia y con niños es una gran opción. Lugares donde haya que hacer grandes desplazamientos y no quieras ir buscando un lugar donde comer o estar preocupado por llegar a la hora al hotel. La caravana da una libertad fantástica. Tú conduciendo sin horarios y tu familia en la parte de atrás jugando a algún juego de mesa (en el caso de la autocaravana).
La mayor “contra” a priori y que luego demostró no serlo es adaptarse a un vehículo diferente. La forma de conducir se ha de cambiar pero a los pocos kilómetros ya te acostumbra.
¿Qué les diríais a aquellos padres que aún no se atreven a viajar con sus hijos?
Si tienen reticencias no les diré que no es necesario hacer grandes viajes de entrada. Lo más importante en un viaje es estar tranquilo y seguro durante el mismo. Por tanto, les recomendaría que comenzaran con un viaje que les diera confianza. Poco a poco verán que esa percepción de inseguridad va cambiando. Esperamos que con el libro todos los indecisos comiencen a dar los primeros pasos hacia un extenso curriculum viajero.
Fuente: InterMundial Seguros de Viaje