Manzanas, peras y naranjas. Cuando pensamos en frutas nos vienen a la cabeza las más comunes y las que solemos consumir. Pero el mundo de los frutos es más variado de lo que pensamos. En cada continente nos podemos encontrar frutas autóctonas de formas increíbles, algunas venenosas, otras demasiado ácidas y otras de texturas viscosas pero muy dulces. Os dejamos ocho frutas exóticas que son difíciles encontrar en el supermercado del día a día.
Un sabroso y colorido viaje por el mundo a través de sus frutas exóticas
Mamoncillo
El mamoncillo es el fruto de un árbol que se encuentra en la zona intertropical de América, el Melicoccus Bijugatus, que puede alcanzar hasta 30 metros de longitud. Tiene cáscara verde y pulpa gelatinosa de color rosáceo y sabor agridulce, y se suele consumir fresco o en conserva. Asimismo, también se utilizan otras partes del árbol, como las hojas y la corteza.
Plátano rojo
El plátano rojo se asemeja bastante al común excepto por el color de la cáscara y su sabor, ya que se puede apreciar un ligero toque a frambuesa. Este fruto proviene originalmente de Ecuador, aunque se conoce en otros países del continente americano y se suele consumir, principalmente, como postre, es decir, crudo. El plátano rojo es muy rico en nutrientes, ya que aporta muchos hidratos de carbono, potasio, betacaroteno y magnesio.
Pomelo chino
También llamado Citrus Máxima, el pomelo chino es el gigante de los cítricos, ya que tiene el tamaño de un melón. Este fruto es originario del sudeste asiático y es uno de los frutos más cultivados en oriente, aunque también se puede encontrar en California, Sudáfrica y en España, donde se conoce como pampelmusa. El árbol de este fruto es similar al de otros cítricos, aunque sus ramas son algo retorcidas y con púas. El pomelo chino puede alcanzar hasta dos kilos de peso, aunque tiene mucho menos jugo que el limón, la naranja o la lima.
Tamarillo
El tamarillo, o tomate de árbol, es originario de países tropicales como Perú, Colombia, Ecuador, Bolivia y Argentina, concretamente de los Andes. El tamarillo se puede comer crudo o en dulces caseros y proporciona nutrientes como hierro, fósforo, magnesio y vitaminas A, C y E. Además, en varios países lo utilizan como remedio contra la gripe y problemas hepáticos.
Ackee
Considerada la fruta nacional de Jamaica y conocida en otros países como la ‘merey del diablo’ o el ‘árbol del seso’, esta fruta se utiliza normalmente para elaborar zumos tropicales. Sin embargo, no se puede bajar la guardia con esta fruta, ya que si se consume cuando no está madura puede provocar graves intoxicaciones que pueden llegar, en algunos casos, incluso a la muerte.
Kiwano
El kiwano es una fruta de la familia de los melones y los pepinos, si bien su sabor se encuentra entre el kiwi y el plátano. Esta planta, que además tiene un uso decorativo debido a su exótico aspecto, es originaria de África, aunque también es cultivada en Nueva Zelanda, Australia, Israel, Chile, Estados Unidos y España, donde puede encontrarse en algunas regiones del sur. Es un fruto muy aromático que también se conoce como ‘pepino cornudo’.
Mano de Buda
Se trata de una variedad del limón, cuyos frutos crecen con forma alargada, como dedos. Este fruto originario de Oriente tiene una piel muy gruesa y en su interior podemos encontrar una pulpa muy ácida y con poco jugo, por lo que frecuentemente se utiliza en China y Japón únicamente para perfumar habitaciones.
Fruta del dragón
También conocida como Pitaya, esta fruta es una de las más curiosas por su forma. Es muy aguosa, algo dulce y baja en calorías, con una textura algo parecida a la del kiwi o el melón y con semillas negras. El 90% de esta fruta está compuesto de agua y es rica en hierro, calcio, fósforo y vitamina B, C y E.
Fuente: InterMundial Seguros de Viaje