Por fin empieza el verano. Junio es el mes en el que los días son más largos, en el que los chicos comienzan las vacaciones escolares y en el que, generalmente, podemos disfrutar de un tiempo extraordinario, lo que nos permite disfrutar del mar, de la naturaleza y de fiestas y eventos que se viven en la calle. ¿Cómo es que no te has pedido ya las vacaciones y empiezas a preparar tu viaje para junio? ¡Te proponemos cinco destinos!
Pero, antes, recuerda que junio es una fecha en la que muchos comienzan sus vacaciones, lo que supone una gran cantidad de reservas y desplazamientos. Por eso, te recomendamos planificar tu escapada con antelación, cubriéndola con un seguro de viaje completo que te tranquilice de cara a una posible anulación o interrupción y otros problemas que puedan surgir. De los lugares que nos ocupan, el seguro de viaje es obligatorio en el caso de Rusia, aunque siempre es recomendable en cualquier país para cubrir la sanidad al 100% o afrontar problemas de transporte, equipaje o accidentes deportivos en el caso de realizar actividades en la naturaleza. Para estos últimos existen los seguros deportivos y de viaje a la vez.
¿Cuáles son los mejores destinos que visitar en junio?
Un Estocolmo que no para
Junio es una época ideal para viajar a Estocolmo. Gracias a las más de 18 horas de luz y a un tiempo con temperaturas templadas y con menos días lluviosos que el resto del verano, es en junio cuando más podremos disfrutar de Estocolmo.
Uno de los atractivos culturales de la ciudad son los espacios dedicados al arte moderno y contemporáneo (Moderna Museet, Fotografiska, Artipelag, Tunnelbana -estaciones de metro-). Los nostálgicos, visitad el museo de ABBA o el Junibacke, que reproduce los mundos de fantasía creados por la autora de “Pipi Calzaslargas”, Astrid Lingren. Además de Gamla Stan (barrio viejo), “poderosos” edificios como el Palacio Real, el Ayuntamiento o el Palacio de Drottningholm dan fe de que la historia ha pasado por la ciudad. El agua es otro protagonista en la capital sueca y puedes disfrutarla con un paseo en barco o en taxi por las 14 islas del archipiélago, o bien bañándote en la playa de Långholmen si el tiempo lo permite. Y como capital que es, Estocolmo también tiene su zona de marcha (Östermalm) y de compras (calles Drottninggatan y Sergels Torg).
San Petersburgo y sus Noches Blancas
También te recomendamos viajar a San Petersburgo en junio para disfrutar de sus Noches Blancas en las que, incluso cuando se pone el sol, se mantiene una luz suficiente. Este espectáculo celestial se suele ver desde los elevados puentes del río Neva, por el que también puedes pasear en barco. Las casi 20 horas de sol diarias permiten que la ciudad del Hermitage se llenen de turistas y ciudadanos, lo que hace que muchos negocios, sobre todo los de hostelería, abran toda la noche. Durante esta época los majestuosos teatros de San Petersburgo acogen el ‘Festival de las Estrellas’, de ópera, ballet y música clásica. Otro atractivo de la localidad en junio son las ‘Velas Rojas’, una fiesta de fin de curso en las que se realizan espectáculos en algunas plazas y que culmina con un desfile de barcos con velas color escarlata en el río Neva, engrandecido con fuegos artificiales.
Te parecerá raro que aún no te hayamos recomendado visitar los suntuosos museos, palacios y edificios religiosos de la ciudad de los zares. ¿Pero a quién se le escaparía visitar monumentos como el Hermitage, el Museo Ruso, los palacios de Invierno, Peterhof y Pavlovsk o la iglesia del Salvador y la Fortaleza de San Pedro y San Pablo?
Islandia al máximo
Quizá hay viajeros que piensan que Islandia, paraíso de hielo y fuego, no es un destino accesible o cómodo debido a sus condiciones climatológicas extremas. Sin embargo, el verano islandés goza del sol de medianoche, alcanzando las 24 horas de sol. A su vez, las temperaturas se suavizan, por lo que, a menos que quieras disfrutar de auroras boreales en su máximo esplendor, viajar a Islandia en junio es una gran opción. Es en estas fechas cuando podrás aprovechar al máximo la geografía de la isla, practicando deportes en la naturaleza y recorriendo sus diversos puntos de interés, ya que, por lo general, se mantienen abiertas la totalidad de las carreteras.
Si bien Reikiavik, la capital de Islandia, se ha ganado la fama de ser una de las ciudades con más vida nocturna de Europa, el verdadero atractivo del país está en su patrimonio natural. Una parada obligatoria es el Círculo Dorado, donde se encuentra el valle de los géiseres, con pozas de agua caliente y fumarolas que crean un paisaje inigualable. Los glaciares siguen vivos en junio y podemos disfrutar de excursiones de senderismo por Sólheimajökull, Vatnajökull y Skaftafellsjökull o paseos en barco por la Laguna de Jökulsárlón, donde se pueden observar icebergs flotantes. Contempla también visitar en tu viaje a Islandia el Lago Mývatn o ‘de las moscas’, el volcán Hverfjall, los “castillos negros de Dimmuborgir”, la biodiversidad marina de Husavik o los frailecillos de las Islas Vestman. Y, seguro que la has visto en fotos, la Laguna azul es un paraíso en el que es posible disfrutar de baños termales tanto en invierno como en verano.
Noruega al natural
Después de Oslo, Bergen y Stavanger son las ciudades más grandes de Noruega. Las capitales de los fiordos del sur son un buen punto de partida para disfrutar de una de los principales tesoros del país, su naturaleza, que en esta región ofrece un ecosistema perfectamente conservado de fiordos, lagos, cascadas, montañas y glaciares.
Bergen es el puerto más famoso de Noruega y, atrapada entre siete montañas y con vistas al mar, es una de las ciudades más bellas del país. Característica por las casas-almacén del muelle hanseático de Bryggen, si viajas a este destino a principios de junio podrás disfrutar del vibrante Festival internacional de Bergen, dedicado a la música clásica, danza y teatro.
Por su parte, Stavanger conserva uno de los mejores cascos antiguos de los fiordos, Gamla Stavanger, un conjunto de centenarias casitas de madera blanca.
Tanto esta ciudad como Bergen mantienen una vida cultural y nocturna activa gracias a los viajeros y estudiantes que viven allí. Así que junio es un mes perfecto para disfrutar de la gastronomía local y las terrazas, cuando el sol de medianoche se resiste a acostarse.
Cuando no hay nieve, la experiencia de explorar la naturaleza a través de rutas a pie, vías ferratas o en bicicleta no tiene precio. Uno de los principales atractivos que puedes alcanzar en esta zona es el Preikestolen (el Púlpito), un imponente mirador de rocas elevado a más de 600 metros sobre el que admirar el fiordo de Lysefjord. De querer incluir más aventuras en tu viaje, los fiordos son un destino perfecto para la práctica de los deportes de agua, como pesca, kayak y buceo.
Nueva York al aire libre
Junio abre la temporada de verano en la ciudad de Nueva York, una buena oportunidad que, gracias al buen tiempo, nos permite disfrutar de largos paseos por sus infinitas calles y avenidas, repletas de una arquitectura colosal, y de los eventos gratuitos al aire libre.
Será por el cine, las series y los videos musicales que todos conocemos la Gran Manzana antes de visitarla. Necesitaríamos tantos posts como rascacielos tiene la ciudad para aconsejaros qué visitar y qué hacer en Nueva York en junio. Vamos con la lista: Sentirse como una hormiga entre los rascacielos de Wall Street, imitar a las chicas de ‘Seyo en Nueva York’ ¿comprando? en las boutiques de la Quinta Avenida, emocionarse en la Zona 0 y en el nuevo World Trade Center, cruzar el puente de Brooklyn, levantar el brazo como la Estatua de la Libertad y fotografiarse delante de ella, ir a un musical de Brodway, hacerse un selfie de noche en Time Square, obligarse a comer fast food, montarse en el metro para guardarte la MetroCard como recuerdo, parar un yellow cab, “tocar” el cielo subiendo al Empire State, tumbarse o montar en bici en el Central Park, sorprenderse en el barrio judío… ¿Qué se nos olvida?
Como comentábamos, te recomendamos expresamente viajar en junio a la ciudad más poblada de Estados Unidos por los múltiples eventos que se organizan en este mes: el Museum Mile Festival; la New York Restaurant Week; las exhibiciones de cine (HBO Bryant Park Summer Film Festival), ópera, teatro (“Shakespeare in the Park”) y música (“JVC Jazz Festival”, “Central Park Summerstage”…) que se realizan en los principales parques, a los que te recomendamos llevar un buen picnic y una manta grande para disfrutarlos al máximo.
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