Bélgica es mucho más que cómics, chocolate y patatas fritas -aunque estos ya son grandes atractivos-. Este pequeño país, que alberga la capital de Europa, espera al viajero entre arquitectura urbana medieval, con más de 60 lugares protegidos por la UNESCO, y un gran patrimonio artístico en el que destacan las obras de los primitivos pintores flamencos y el art noveau.
Bélgica es también rural. En el sur del país, el viajero contará con una gran red de rutas para bicicletas, encontrando a su paso cuevas, castillos y paisajes bucólicos. Para que la experiencia sea completa, se recomienda contar con un seguro de viaje a Bélgica que incluya la práctica de actividades al aire libre.
Probablemente, el mejor momento para visitar Bélgica sea el verano. En julio y agosto las temperaturas son cálidas y el país ofrece a locales y viajeros una amplia variedad de festivales, como Tomorrowland, dedicado a la música electrónica; y otras actividades al aire libre, como el tradicional Ommegang, procesión medieval que se celebra en Bruselas desde 1549.
En invierno las temperaturas son muy bajas y muchas de las atracciones turísticas del país permanecen cerradas, aunque merece la pena visitar los tradicionales mercadillos navideños.
En Bélgica, las bicicletas, más que un medio de transporte, son casi un estilo de vida. Buena muestra de ello son las magníficas infraestructuras diseñadas para el cicloturismo con la que cuenta en país y que permiten al viajero descubrir toda Bélgica pedaleando.
Aquellos viajeros que deseen sumarse a este estilo de turismo, o al menos recorrer alguna de las espectaculares rutas que ofrece el país, deben confirmar que su seguro de viaje a Bélgica incluya la práctica de deportes y actividades al aire libre.
La mejor opción para desplazarse a lo largo y ancho del país es el tren. Bruselas cuenta con una de las redes ferroviarias más densas y avanzadas de toda Europa, que conecta no solo las ciudades más importantes del país sino también poblaciones más pequeñas, especialmente aquellas con cierto interés turístico.
Si bien el precio de los billetes de tren es elevado en comparación con España, los viajeros pueden beneficiarse de una gran cantidad de pases con descuento, como el Weekend Ticket, el Go Pass 1 o el B-Excursions, diseñado para viajar a las principales zonas turísticas a precios reducidos.
El sistema de salud belga es de gran calidad y existe una gran red de centros hospitalarios y ambulatorios en el país. No obstante, los precios de la asistencia médica son muy elevados y, si bien la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es útil para algunos casos, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones.
La TSE puede ser útil para desplazamientos turísticos de corta duración, pero, tal y como se detalla en la web de la Seguridad Social, no es una alternativa al seguro de viaje, al no garantizar la asistencia gratuita y no cubrir posibles traslados y repatriaciones.
Para estancias más largas motivadas, por ejemplo, por estudios en Bélgica, será necesario contar con un seguro de viaje con coberturas médicas internacionales, como go | study de InterMundial.
No olvides planificar bien tu viaje. Un buen lugar para buscar información sobre Bélgica es la web del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Aunque en Bélgica hay bastantes puntos WIFI abiertos, para estar siempre conectado, una buena opción es comprar una SIM de prepago con internet móvil.
Bélgica es un país muy seguro, pero tras los ataques sufridos en 2016 se ha reforzado la presencia militar en los principales puntos del país.
El Ministerio de Asuntos Exteriores pone este registro a disposición de los viajeros para que, en caso de emergencia, puedan ser fácilmente contactados.