Un viaje a Omán y Senegal, destinos de ensueño y seguros (aunque parezca lo contrario)

elEconomista.es - 24/05/2019

Como cada año International SOS y Control Risks lanzan su mapa con los países más y menos seguros del mundo, identificándolos por colores en términos de seguridad vial, médica y viajera. En la edición de 2019 destacan algunos destinos menos orientados al turismo como Omán, Irán, Uzbekistán o Senegal, cuya imagen estereotipada hace creer al gran público que se trata de lugares poco seguros cuando, por contra, están considerados países con un grado de peligrosidad muy bajo.

Omán, el Oriente más desconocido

Escondido entre dunas y parajes soñados sacados de Las mil y una noches encontramos Omán. Este desconocido sultanato se halla en la costa oriental de la península arábiga y es uno de los grandes desconocidos del circuito turístico. Comienza el viaje en Mascate, la capital omaní, una preciosa ciudad a orillas del mar Arábigo cuyo centro social se encuentra en el laberíntico zoco de Mutrah, un lugar lleno de vida en el cual encontrar interesantes antigüedades, tanto indias como omaníes. Recomendable visitar: la Gran Mezquita del Sultán Qaboos, donde se encuentra la alfombra más grande del mundo en una pieza (4.343 metros cuadrados) y cuyos cinco minaretes se vislumbran desde el zoco; el Palacio de Al Alam, la bandera en árabe, sede ceremonial del sultán; el museo Bait Al Zubair, cuya extensa colección de cofres, armas, joyas, instrumentos musicales y vestidos harán las delicias de un viajero que busque empaparse de la cultura del país. Como colofón a la jornada, se puede dar un paseo por el puerto de la ciudad, en busca de algún rincón donde degustar un delicioso mashuai, sabroso plato de pescado típico de la ciudad.

Tras dejar la ciudad, el viajero tiene la posibilidad de adentrarse en las dunas caoba del desierto de Sharqiya, donde poder conocer el estilo de vida beduino o asistir a las carreras de camellos que se celebran en toda la región de octubre a abril. De camino se halla el oasis montañoso de Wadi Bani Khalid, un precioso rincón de aguas cristalinas en el que obtener la relajación necesaria de camino hacia Nizwa, la espectacular ciudad amurallada en medio del desierto que fue Capital de la Cultura Islámica en 2015. Además, maravillosos zocos donde comprar desde frutos secos hasta alfombras tejidas a mano por los artesanos del lugar. Necesario mencionar la riqueza natural de Jebel Akhdar, la Montaña Verde, que ofrece vistas panorámicas de toda la región. Por último, el castillo de Jabreen, cuya espectacular sala del sol y de la luna, con sus catorce ventanas, deslumbrará al turista intrépido por su encanto y misticismo.

El viaje puede finalizar en el desierto de Al Khaloof, donde las dunas rompen con el mar para crear la más hermosa playa jamás soñada desde la cual contemplar el amanecer sobrecogidos por el silencio del desierto. Un plan fabuloso para despedirse de este enigmático país de contrates.

Senegal y la vida salvaje

Comienza la aventura en Dakar, la capital del estado senegalés que recibe a sus visitantes con los vestigios de su herencia colonial. Su color y bullicio fascinarán al viajero más enérgico mientras pasea por el Marché Kermel, un mercadillo artesanal al aire libre; la Catedral, el Palacio Presidencial, el Monumento del Renacimiento Africano o la Plaza de la Independencia sirven para empaparse del ambiente de la ciudad.

A sólo 20 minutos en ferry se encuentra la Isla de Gorée, declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1978. En la isla se encuentra la 'casa de los esclavos', una representación del antiguo centro de comercio de personas allí establecido desde mediados del siglo XVI. Se trata de una parada imprescindible para conocer el drama mundial de la esclavitud.

La ciudad de Saint Louis es otro destino urbano que cautivará a un viajero interesado en la historia colonial, con sus edificios de época en plena decadencia y su famoso puente de Faidherbe, diseñado por Gustave Eiffel.

Nuestro viaje continúa en el Lago Rosa, que debe su nombre a una bacteria que le cambia el color, transformándolo en rosa durante algunos meses del año. Además de disfrutar de las vistas y de un baño en sus aguas, es posible conocer de primera mano cómo se desarrolla el negocio de la sal.

Y para el viajero interesado en la fauna local es fundamental una visita a la reserva natural de Bandía, a unos 70km de Dakar, donde conviven monos, rinocerontes, cebras, jirafas y otras especies.

Otro lugar mágico es la Cascada de Dindefelo, con una caída de 100 metros de altura que deleitará a los más aventureros. La región de Casamance es otro de los puntos fuertes del país, considerada el granero de Senegal por su abundancia hortofrutícola. Rodeada por una densa vegetación tropical se encuentra este fascinante lugar con playas de arena blanca y fina de Cap Skirring, bañadas por el océano Pacífico. Un enclave de ensueño para disfrutar de unas espectaculares vacaciones.

La seguridad en estos destinos

Aunque las condiciones sanitarias de Omán son buenas, el Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda adquirir un seguro de viaje lo más amplio posible en coberturas médicas que incluya gastos de repatriación llegado el caso. En lo referente a Senegal, las condiciones sanitarias del país varían dependiendo del lugar y la estación del año, y aunque en Dakar son aceptables, en el conjunto del país son muy deficientes y se pide el pago en metálico como requisito de ingreso, incluso en una situación de urgencia; por lo que la contratación de un seguro de viajes se hace indispensable para tenerlo todo bajo control.

Suscribir una póliza de viaje antes de partir al destino resultará útil en caso de requerir asistencia médica o de repatriación en avión medicalizado, pero también para situaciones mucho más frecuentes como: retrasos de los medios de transporte, problemas con el equipaje o con reservas y servicios contratados, como recuerdan desde la compañía aseguradora especializada en viajes InterMundial.

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