¿Isla, cueva o faro? Elija el mejor hotel

La Razón - 31/05/2019

Hay ocasiones en las que una escapada de la rutina no es suficiente. El cuerpo pide algo más exclusivo, diferente, una especie de paraíso terrenal desconectado del mundo, pero a la vez integrado a la perfección en su naturaleza. España es una potencia turística que, por supuesto, también ofrece alojamientos fuera de lo común, de arquitecturas cuidadas al detalle, que responden a estos nuevos criterios de originalidad y cada vez más solicitados. Observar el firmamento desde una habitación-burbuja en el bosque, dormir con todas las comodidades en una cabaña ubicada en la copa de un árbol rodeado de nieve, habitar por unos días el único castillo de una isla o experimentar la paz absoluta desde lo alto de un faro frente al mar son opciones a medida del nuevo viajero aficionado al «slow travel».

Dormir en un árbol

Si uno de sus anhelos es dormir alguna vez en la copa de los árboles y disfrutar de un fin de semana rodeado del bosque, España cuenta con varios lugares donde es posible llevarlo a cabo. Lejos de lo que pueda parecer, tendrá a su disposición comodidades propias de un hotel que jamás habría imaginado en lo alto de un tronco, como por ejemplo un jacuzzi. En las provincias de Gerona (Cabanes Dosrius) y La Coruña (Cabana das Furnas) tiene algunas de las opciones más «chic» del momento.

Hospedarse en un faro frente al cantábrico

En la provincia gallega de Lugo, frente al Cantábrico, donde la contemplación de la fuerza de las olas permite cargar pilas a cualquiera, se encuentra Isla Pancha (Apartamentos Faro Isla Pancha). Se trata de un lugar al que no se puede acceder en coche, lo que lo hace aún más especial. Revivir la soledad y la paz absoluta de un farero está al alcance de todo aquel que decida alojarse aquí unos días.

Aislarse en una cueva

¿Regresar al pasado? Puede que dormir en el interior de una casa-cueva resulte lo más aproximado que tenga a su alcance para hacerse una idea de cómo lo hacían nuestros antepasados. Pese a que originariamente fueron viviendas muy humildes, su estructura lograba un aislamiento de temperaturas extremas. Las Cuevas Antonio de Alarcón o las Casas-Cueva El Mirador de Galera, ambas en la provincia de Granada, son algunas de las opciones más llamativas. Una alternativa son las Cuevas Bardeneras, de Navarra, en pleno Parque Natural de las Bardenas Reales.

Las estrellas desde una megaburbuja

Imagine la sensación de dormir bajo las estrellas en una habitación-burbuja transparente en medio de un bosque. Las «bubble-rooms» son toda una tendencia que además suponen un guiño al turismo sostenible, por su consumo reducido de energía. Lo puede comprobar en hoteles como el Aire de Bardenas (Navarra) o el Mil Estrelles (Gerona). Otra experiencia «premium» es optar por un pabellón de cristal, de diseño vanguardista, pero en el que los elementos agua, tierra y aire tienen un protagonismo absoluto: Les Cols Pavellons (Gerona).

Habitar en un castillo

Para sentirse, por uno o varios días, dueños y señores de un castillo y una pequeña isla no hay que viajar muy lejos. Basta con acercarse al embalse del Burguillo (Ávila). El atractivo de este castillo medieval es tal que se alquila también para la celebración de todo tipo de eventos, fiestas o grabaciones cinematográficas. Una oportunidad de experimentar la sensación de ser los únicos habitantes de una isla sin salir de España y a un precio nada desorbitado.

Una “suite” con toros de fondo

Dormir en el Hotel Plaza de Toros de Almadén es hacerlo en mitad de una corrida. Cada mañana, podrá despertarse, abrir la ventana y sentirse como un torero en plena faena. Este marcado sabor español lo eleva al máximo exponente su restaurante. Ubicado en la planta baja de la plaza, El Trapío regala la vista más deliciosa de un ruedo hexagonal castellano-manchego. Más aún, su terraza está ubicada en el mismo tendido. Esté a la altura, lo mismo sale a hombros y por la puerta grande. No sería el primero.

Dado que cuesta tiempo y dinero planificar estas escapadas tan exclusivas, desde InterMundial se advierte que la contratación de un seguro de viaje adaptado a las circunstancias puede ahorrar más de un disgusto. Y es que la anulación del viaje antes de su inicio y la interrupción de este constituyen el segundo tipo de incidencias más habitual entre los viajeros españoles(25,5%), según el último estudio realizado por la compañía. Cuando hablamos de reembolsos cubiertos por la aseguradora, la anulación de reservas ocupa el primer lugar (37,25%), correspondiendo un 94% de estos casos a gastos de cancelación del viaje antes de su inicio.

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