Si quieres ir con perro a esquiar a alguna estación de esquí, lo primero que debes de tener en cuenta es el alojamiento, ya que éste debe permitir mascotas. También obtén información sobre cómo viajar con perro en coche o en el transporte que requiera tu viaje. Además, aunque los perros toleran y aguantan el frio, debes de tener en cuenta que las condiciones a las que está acostumbrado físicamente van a cambiar, por lo que hay que tomar una serie de precauciones. ¡Seguro que se lo pasa genial jugando con la nieve en la montaña!
Lo primero de todo es que el perro pueda descansar en algún lugar caliente. No lo dejes en el exterior ni en el coche cuando hace mucho frio e intenta que su cama se encuentre en una zona alejada de corrientes. Además, si va a realizar mucho ejercicio en el exterior estaría bien aumentar un poco su ración de comida ya que quemará más calorías al generar calor.
Tanto los cachorros como los perros más mayores toleran peor el frío, al igual algunas razas con poca resistencia a las bajas temperaturas, como los galgos o chihuahuas o perros de pelo corto. En ese caso, puedes ayudarles con un abrigo impermeable que les mantenga calientes. Después de cada paseo, procura secar bien al perro con una toalla y cepillarle el pelo.
En la nieve hay que tener cuidado porque para los perros es muy difícil rastrear olores y pueden perderse. Por eso, no olvides ponerle una chapita identificativa y si su pelaje es claro, ponerle un chaleco o collar fluorescente. Por la noche, puedes colocarle un collar con luz, de forma que le tengas localizado permanentemente. También puede ser muy útil sacarle a pasear con una correa larga, de 10 metros. De esta forma podrá tener libertad para jugar y no se irá muy lejos.
Si tu perro no está acostumbrado a caminar o correr sobre la nieve es muy importante proteger las almohadillas. Antes de ir a la nieve, pídele a tu veterinario un reforzador de almohadillas para que estas puedan resistir el cambio que supone andar por la nieve. También existen geles con vaselina o parafina que trabajan como protectores haciendo que ni salgan grietas ni heridas y que se pueden aplicar antes de cada paseo. Otra alternativa si tu perro es joven y no tiene las almohadillas curtidas es utilizar unas botas de neopreno especiales para perros.
Al igual que a los humanos, a los perros les afecta el sol reflejado en la nieve. Es recomendable que no esté demasiado expuesto al sol ya que, si por ejemplo tiene los ojos claros podría ocasionarle jaqueca, insolación o un problema de vista a largo plazo, existen gafas de sol que podrían ser útiles en este caso. Si tiene la trufa de un color claro aplícale protección solar para evitar que se queme.
Durante los paseos, vigila que tu perro no coma nieve, ya que podría causarle malestar y vómitos. Mejor llevar agua por si tiene sed.
Por si acaso, no olvides la documentación de tu mascota, lleva de viaje contigo un pequeño botiquín y localiza el veterinario más próximo para poder actuar en caso de improviso.
A la hora de practicar esquí, deberíamos estar cubiertos ante ciertas incidencias: accidentes, búsqueda y rescate. etc. Lo ideal es elegir un seguro de esquí que cubra diversos deportes de invierno, como es el caso de Wintersports, pues en nuestro viaje a la nieve seguramente practicaremos varias actividades: esquí alpino, snowboard, etc. La ventaja de este seguro de esquí de InterMundial es que, además de la práctica de deportes de nieve, nos protege durante el resto del viaje, pues incluye coberturas tales como la cancelación de viaje por diversas causas, incidencias con nuestro equipaje o transporte, asistencia sanitaria, etc.
Para asegurar la mejor protección de viaje, en InterMundial hemos mejorado nuestros seguro de esquí con cobertura en caso de COVID-19: realización de la prueba PCR durante el viaje, prolongación de estancia en hotel por COVID-19 y cancelación de viaje en caso de dar positivo en COVID-19.
Pero sobre todo, disfruta de tu viaje de esquí y de ver a tu perro jugar en la nieve.