Si tienes vacaciones en agosto, ese caluroso mes en el que las ciudades de interior se vacían, y aún no has elegido qué viaje hacer, te vamos a proponer algunos destinos refrescantes que quizá te rompan un poco los esquemas. Pero, ¿dónde viajar en agosto para no pasar calor si no veraneas en zonas costeras o de montaña?
Hay otras posibilidades. Tenemos cuatro alternativas a esas clásicas vacaciones de playa, chiringuito, piscina y barbacoa en destinos en los que disfrutaréis de un invierno repleto de experiencias o de veranos suaves en los que disfrutar de la luz y de la naturaleza. Estos destinos te permitirán volver igualmente con las pilas cargadas y, lo más importante, con mucho aprendido de esas increíbles vivencias. ¿Te dejas el bañador en el armario este verano y preparas alguno de estos cuatro viajes?
Ten en cuenta que los destinos que te estamos proponiendo tienen un coste importante tanto por los vuelos como por otras reservas como el forfait, las actividades deportivas o las visitas guiadas en entornos naturales. Además, la asistencia médica en estos países podría llegar a ser cara en caso de tener que necesitarla. Por ello, os recomendamos que para este tipo de vacaciones contratéis un seguro de viaje con coberturas básicas que os permitan cubrir gastos en caso de anulación de viaje o asistencia médica o quirúrgica. Un seguro de esquí o un seguro deportivo, además de contener las garantías mencionadas anteriormente, se amplía con otras coberturas específicas derivadas de la práctica de deportes de nieve o al aire libre, como pueden ser la asistencia por accidente o el rescate.
4 destinos alternativos a los de sol y playa donde ir en agosto
Chile, esquiar en verano
Si eres aficionado al esquí, viajar a Chile en agosto te permitirá coger de nuevo ese equipo que tenías guardado desde hace varios meses, de modo que no tengas que esperar hasta el nuevo invierno para practicar tu deporte favorito. Y es que la cordillera de Los Andes, frontera natural entre Argentina y Chile, tiene las cumbres más altas de América y algunas de las mejores estaciones de esquí del mundo.
A tan sólo 40 kilómetros de Santiago de Chile, ciudad en la que disfrutar unos días de su patrimonio arquitectónico, de sus museos, del vino de la tierra y del pintoresco barrio de Bellavista, se encuentra una de las principales estaciones del país, El Colorado. Abre de junio a octubre y es una excelente opción para viajar con la familia, ya que esta estación chilena cuenta con pistas para todos los niveles y una escuela para iniciarse en el esquí. El complejo de El Colorado es además un lugar donde podrás alojarte unos días y disfrutar de su oferta gastronómica y ocio.
También cerca de Santiago se encuentra uno de los complejos de esquí más extensos y modernos del continente, Valle Nevado. Esta estación es el paraíso para los que, además del esquí clásico, os gusta practicar variantes como el esquí acrobático, el esquí de estilo libre, el salto en esquí o el snowboarding.
En Valparaíso, a 120 kilómetros de Santiago, se encuentra Portillo, un exclusivo centro de esquí que cuenta con un hotel característico por esa piscina en la que podréis vivir la experiencia única de daros un baño presenciando el paisaje nevado de las cordillera de los Andes.
Más alejado de la capital, en el centro de Chile, se encuentra la estación de Termas de Chillán, ideal para los que, además de esquiar, disfrutáis en vuestros viajes con esas maravillosas estampas que nos deja la madre naturaleza. Esta estación permite recorrer en moto de nieve los impresionantes bosques que la rodean. Otra alternativa de ocio en Chillán son sus aguas termales.
Islandia, practicar deportes en la naturaleza
Islandia es un país que solemos asociar al frío extremo, pero si viajamos en agosto nos encontraremos con un tiempo agradable cuyas temperaturas máximas no suelen sobrepasar los 25 grados. Los amantes de los días largos también estaréis de suerte en este viaje, ya que en agosto veréis la claridad casi durante las 24 horas del día. Además del sol de medianoche, desde finales de agosto ya podrás contemplar las auroras boreales (seguro que más de uno ya las estabais echando de menos en este post). En Islandia existen hoteles “astronómicos” cuyos ventanales nos permiten observar ambos fenómenos y recibir clases sobre los mismos.
Temperatura óptima y abundantes horas de luz nos permiten disfrutar también de actividades outdoor ya sea en la calle o en el campo. Islandia es un país con una riquísima naturaleza que nos permite realizar infinidad de deportes al aire libre en verano: senderismo, pesca, excursiones en quad o mountain bike, kayak, surf, esquí, escalada, parapente, natación, submarinismo o equitación. Por cierto, es muy típico montar a caballo islandés en las granjas, que permiten además alojaros en alguna de sus características casitas con tejado de hierba.
Disfrutar de la naturaleza en este país nórdico también pasa por visitar el “Círculo dorado”, al sur, formado por los géiseres de la zona geotérmica de Geysir, el parque nacional de Thingvellir y los vestigios del Althing, y la maravillosa cascada de Gulffos.
Además, visitar Islandia en agosto os permitirá realizar un road trip a aquellos amantes de la carretera más aventureros. En verano, las carreteras interiores del país se encuentran abiertas a todos los vehículos, cosa que no ocurre en el resto del año. Aun así, algunas de ellas sólo es posible atravesarlas con un 4×4.
Párrafo dedicado a los urbanitas. Los atractivos de Reikiavik son su marcha nocturna, los locales de moda y arte vanguardista, el mercado de Kolaport y su particular gastronomía, en la que lo más normal que podéis comer es el pylsa (perrito caliente) y pescados como el salmón, la trucha o el bacalao. Y es que los islandeses consumen carne de tiburón, de ballena, de frailecillo, de reno y casquería variada de cordero. ¿Os hace?
Argentina, pasión de invierno
Argentina es uno de esos países en los que podemos deleitarnos al máximo con algunos de los mejores placeres de esta vida: vino y buena mesa, baile y naturaleza. Parando en Buenos Aires, una de vuestras rutas podría ser la de las milongas del característico barrio tanguero de San Telmo. Tranquilos, no hace falta ser Patrick Swayze en Dirty Dancing, basta con inscribirse en un curso exprés de tango para principiantes, que los hay muchos y económicos. Y es que no se puede volver de un viaje a Argentina sin haberse sumergido en el ritmo del baile más pasional del mundo. Entre las milongas más conocidas está sin duda la Confitería Ideal, que encierra entre sus paredes un elegante salón central de primeros del siglo XX. Muy recomendados también el Salón Canning y el Viruta.
Otra alternativa de disfrute en Argentina es hacer una ruta del vino, para el que tendréis que viajar a Mendoza. Toda una experiencia para el paladar con los diferentes sabores de los caldos argentinos, que maridan con deliciosos platos típicos. Bueno, para el paladar y también para la vista, porque esos paisajes de montañas y viñedos de los alrededores de Mendoza son dignos de fotografía sin filtros. Las poblaciones que visitar son: Maipù, con viñedos centenarios, Luján de Cuyo, con un pequeño centro urbano colorido y acogedor y el Valle de Uco, al que llaman el oasis de los Andes. A estas bodegas se puede llegar fácilmente en coche desde Mendoza, incluso hay quien lo hace en bicicleta para hacerse un slowtravel y disfrutar de ese paisaje tan prometedor que os comentábamos. Hay bodegas que ofrecen, además de la cata y el tour por la propiedad, cursos de cocina y rutas por los viñedos con un profesional que os hará comprender mejor la calidad de los vinos de la tierra.
Alaska, múltiples alternativas para disfrutar de la naturaleza
En este maravilloso estado de los Estados Unidos es posible presenciar la belleza de la naturaleza en toda su esencia: bosques, glaciales, caminos entre paisajes infinitos, lagos y múltiples especies animales. Os aconsejamos viajar a Alaska en agosto a todos los aventureros amantes de las actividades al aire libre, pues es en esta época cuando las temperaturas son más suaves. Las posibilidades que ofrece Alaska son muy variadas, y una de las imprescindibles es hacer un crucero de un día. Los más populares son el del Glacier Bay o el de los fiordos de Kenai y Prince William Sound. Estos cruceros son una oportunidad perfecta para admirar el increíble paisaje costero, que en verano nos permite ver ballenas, focas, leones marinos, orcas, cabras montesas y osos. Otras experiencias inolvidables en vuestro viaje en Alaska serán los paseos en glacial, vuelos a baja altura sobre la fauna selvática con un tour aéreo o pescar. Y decidnos la verdad, ¿quién no ha soñado alguna vez con un paseo en trineo tirado por perros?
Una gran lujo que te puedes permitir en Alaska en agosto es el de viajar en autocaravana, como hacen muchos estadounidenses en busca de temperaturas más frescas y paisajes increíbles que se disfrutan más en un road trip. Con la autocaravana podréis llegar con facilidad al Parque Nacional de Denali, que merece la pena que sea una de las etapas de vuestro viaje por Estados Unidos. Ahí se encuentra la montaña McKinley, la más alta de Norteamérica y podréis ver animales salvajes en libertad.
El viaje podría continuar con el descubrimiento de la historia y las leyendas de esta tierra tan fascinante en la ciudad de Fairbanks. Ahí podréis visitar la famosa mina de oro Gold Dredgue nº 8 y daros un capricho en las piscinas termales de Chena GHot Springs. ¡Que no se os pase tampoco visitar la casa de Santa Claus!
¿A qué esperáis entonces a a cambiar el turismo de sol y playa por unas frescas vacaciones de verano en Chile, Islandia, Argentina o Alaska?