Los más pequeños son los que más se divierten la nieve. Los niños, esquiando, aprenden a ser más responsables, autosuficientes y conscientes del peligro, algo que enriquece su crecimiento mientras disfrutan de este deporte de invierno. Si vas a esquiar con niños por primera vez, márchate preparado para disfrutar plenamente de unas vacaciones en la nieve junto a tu familia.
Esquiar con niños será más fácil y seguro si sigues estas 11 recomendaciones
Esquiar con niños puede llegar a ser un tedioso día de rabietas y lloros si no se planifica perfectamente. Por ello, Fraser Ewart White, padre de tres hijos y Director de una tour-operadora especializada en viajes de esquí, nos deja algunos consejos para hacer lo más divertida posible esta actividad.
1. Sé tú quien les enseñe las primeras nociones
Antes de subirles en un telesilla y esperar que sepan bajar sin caerse con los esquís, lo mejor es enseñarles, a pie de la estación, los primeros pasos con los esquís: cómo llevar los bastones, como quitarse y ponerse el equipo en la nieve y especialmente dejar que prueben a deslizarse por la nieve. Después, ya están preparados para comenzar un curso de iniciación con un monitor especializado que se encargará de enseñarles de una forma divertida.
2. Que no pasen frío los niños esquiando
Una vez en la estación, asegúrate de que tus hijos están suficientemente abrigados. Esto es no es tan fácil como puede parecer, pero la clave es añadir capas según la meteorología. Si un niño comienza a sentir frío probablemente no disfrutará de la actividad, su ánimo se resentirá y comenzarán las rabietas. Hay que tener en cuenta que los más pequeños pierden el calor corporal mucho más rápido que los adultos. La ropa debe aislar al niños del frío, el viento y la humedad, reteniendo el calor corporal y permitiéndo que transpire. por lo que lo mejor es taparle con muchas capas, unos buenos guantes, unos calcetines gruesos, mantener su cabeza y las orejas calientes con un gorro y cubrir el cuello con una braga polar.
3. Las botas de esquí son divertidas
Familiarizar a los niños con las botas de esquí es importante, ya que hasta para los adultos es extraño y pesado andar con ellas, por lo que hay que asegurarse de ponérselas correctamente antes de la primera lección. Un gran consejo es dejar las botas la noche anterior sobre el radiador, y así, además de estar calientes y ser más confortables, el plástico estará más blando y por lo tanto serán más fáciles de poner.
4. Elige una buena escuela para ellos
No optes por una gran escuela o institución desde el principio, pues existen muchas alternativas excelentes con grupos reducidos de alumnos y monitores igual de profesionales. Sin embargo, con cualquier escuela de esquí es importante reservar con antelación y no esperar a llegar a la estación, especialmente durante las vacaciones escolares como Semana Santa, ya que puedes quedarte sin plaza. Lo mejor es reservar las clases en el momento en el que se reserva el forfait y la estancia.
5. Sé paciente al esquiar con niños
Tómatelo con calma. Anímalos a que no vean las caídas como una forma de fracaso. Cuando los recojas de la escuela de esquí, muestra mucho entusiasmo sobre lo que han aprendido y compartirán todos sus logros del día con orgullo. También recuerda que ser un principiante en el esquí es agotador, así que no los fuerces a seguir esquiando inmediatamente después de las clases si ellos no quieren. Es mucho mejor parar a comer y relajarse un rato para retomar más tarde la actividad.
6. Seguridad, lo primero
También es recomendable dar a los niños una pequeña cantidad de dinero, como unos 10 euros, por si lo necesitasen, y una tarjeta de visita o un papel como tu nombre y número de teléfono, en previsión de la excepcional situación de que se pierdan por la montaña. Un truco con niños pequeños es escribirles esta información en el brazo y decirles que lo muestren si es necesario.
No olvides contratar un seguro de esquí para toda la familia, os cubrirá tanto practicando deportes de nieve como en el resto del viaje. El seguro Wintersports de InterMundial contiene coberturas relacionadas con el esquí en pista o fuera de pista (accidentes, búsqueda y rescate, transporte sanitario, pérdida de forfait, daños en el equipo, etc.), pero también asociadas a tu viaje a la nieve (asistencia médica, cancelación de viaje, retrasos o cancelación de vuelos, pérdida de equipaje, responsabilidad civil, etc.)
Para asegurar la mejor protección de viaje, en InterMundial hemos mejorado nuestros seguro de esquí con cobertura en caso de COVID-19: realización de la prueba PCR durante el viaje, prolongación de estancia en hotel por COVID-19 y cancelación de viaje en caso de dar positivo en COVID-19.
7. Telesilla, sin prisa
El remonte puede ser una tarea muy desalentadora para cualquier niño. Dedica tiempo a estar fuera de la fila del telesilla observando como suben otros esquiadores y snowboarders y explícale el proceso, haciendo hincapié en que puede pedir ayuda cuando lo necesite. Una vez en la telesilla, explícale que tiene que sentarse apoyando la espalda en el respaldo durante todo el trayecto.
8. Deja que tomen ellos la iniciativa
Pregunta a los monitores de los niños en qué parte de la montaña han estado dando clase. Es una buena idea volver a una zona conocida para tus hijos en los que se sientan cómodos y dejar que ellos elijan el camino y pauten el ritmo; que tengan la sensación de que son ellos los que te enseñan la montaña.
9. Energía en los bolsillos
Prepara pequeñas provisiones en los bolsillos de los niños, como barritas de chocolate, galletas o fruta, ya que les darán la energía que necesitan en cualquier momento y además podrán compartirlo con otros compañeros de la clase.
10. Prepara un buen equipo para esquiar con los niños
Cargar con los niños cansados y exhaustos, junto los esquís y los bastones puede resultar un reto, sobre todo para tus brazos. Una mochila preparada para portar los esquís puede ayudar en los trayectos a pie, especialmente por la tarde.
11. ¡Y diviértete!
Lo primero es pasárselo bien con ellos. Si se cansan de esquiar, idea formas de divertirse en la nieve con actividades menos intensas, como construir un muñeco de nieve o tirarse en trineo por una pequeña ladera. Muchos niños además disfrutan viéndose en fotos y videos, una forma de motivarles para seguir esquiando al día siguiente.
Fuente: Yahoo